lunes, 4 de julio de 2016

Un día me embarque hacia un viaje sin retorno… me regalaron una estrella que sería mi lumbrera y mi compañera para toda la vida..

Se me encomendó protegerla para que jamás dejara de brillar pero no traía un manual que me enseñara cómo cuidarla...

Ha sido un viaje paradisíaco con todos climas incluidos, y mi estrella sigue aquí…


Solo espero que su brillo nunca se apague y que algún día la satisfacción de haberla cuidado hasta con lágrimas en mis ojos tenga los frutos más dulces...

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